sábado, 24 de noviembre de 2007

Pancarteros de salón.


Hoy de nuevo salen las huestes de la derecha a las calles de Madrid tras las pancartas de la AVT. Los líderes de PP, chicos y chicas aguerridos y aguerridas, se han apuntado a la "mani". Irán encabezando los vítores a la libertad, a la democracia y a la justicia, supongo. En ese magnífico señuelo que es la defensa de las víctimas del terrorismo, defensa de algunas en todo caso, ya que numerosas asociaciones tan dignas o más que la AVT no convocan algarada alguna para estas fechas, se envuelven nuestros próceres adalides del infortunio como en el manto blanco de la virtud. Vírgenes y mártires se nos presentan, víctimas de las insidias de ZP y los "sociatas". ¡Ah! Cuánto dolor acumulado, cuánta vergüenza! Si hay un solo dios, está con ellos, sin duda. Entre pancartas y palios, banderas y botafumeiros, tenemos presente y visible la españa de las berrugas, la españa del gris plomizo, la españa estraperlista (ahora constructora) de doble moral y arcas llenas, rezo y latigazo, esa españa eterna, por desgracia, una y grande. Casi ! Mañana sonarán los clarines, los voceros mediáticos llenarán páginas, tertulias, diatribas y amenazas, con los desvelos y esfuerzos que cientos de millones de buenos españoles que acudieron hoy, ofrecieron como en un altar para la defensa de los más altos valores de la patria.
Y después se hará el silencio.

P.D.: Viñeta obtenida de la edición de El País, 24 de noviembre. Peridis.

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