Seguimos con la reflexión
y las aportaciones para el debate inicial de la II Asamblea Ciudadana
de Podemos Móstoles. Tal como indicaba en mi anterior entrada, un de
los ejes que tenemos que tener en cuenta a la hora de establecer las
prioridades de acción política en el nuevo ciclo es el electoral,
que va a transcurrir impregnando todo el periodo, desde ahora mismo
hasta el final del año que viene.
Es necesario que
reflexionemos con serenidad sobre los mecanismos más ventajosos y
tomar las decisiones más adecuadas para abordar las distintas citas
electorales en las mejores posiciones posibles y transmitiendo el
mensaje más adecuado a esa mayorías a las que queremos y nos
debemos dirigir.
En Móstoles partimos de
una situación ventajosa desde el punto de vista municipal, ya que
venimos cogobernando el municipio con marcado y reconocido éxito por
una parte importante de nuestra ciudadanía, demostrando en el
práctica que gobernar de forma diferente a la práctica habitual es
posible, y no solo posible sino muy deseable para amplias capas de
nuestra población.
Este reconocimiento nos
posibilita abordar desde ahora mismo una amplia propuesta de
transformación en nuestra ciudad, poniendo especial énfasis en la
necesidad de establecer un amplísimo consenso social en torno a los
principales ejes de nuestro proyecto de futuro. Este consenso debe
darse entre nuestra parte institucional, representada por nuestros
cargos públicos; nuestra dirección política, ubicada en el nuevo
Consejo Ciudadano Municipal; nuestra fuerza organizativa, concentrada en los
círculos territoriales y los grupos de trabajo sectorial; y el
conjunto de la sociedad mostoleña organizada, esa miriada de
pequeñas y grandes organizaciones sociales, culturales, deportivas,
lúdicas, juveniles, mayores, etc., que conforman las arterias y las
venas por donde circula la vida activa de nuestra ciudad.
Ahora estamos en una
magnífica situación para apostar claramente por un proyecto
político que nos permita competir con garantías de triunfo en las
próximas elecciones municipales. Mucho más teniendo en cuenta los
últimos acontecimientos acaecidos en nuestro municipio y los
interrogantes que se abren en el campo socialista para sustituir a un
alcalde como David Lucas, esperemos que con alguna fórmula que
facilite la estabilidad en el gobierno tripartito en nuestra ciudad,
de la que hemos sido, y seguiremos siendo, garantes en todo momento
por nuestra lealtad institucional y nuestra responsabilidad política.
Siendo esto así, en
nuestro debate interno de cara a la II Asamblea Ciudadana se nos abre
una dirección clara: apostar por dar mayor preeminencia política y,
por lo tanto, mayor visibilidad pública y mediática a nuestra
participación institucional encarnada en nuestro portavoz, Gabriel
Ortega, como la herramienta más adecuada para lanzar desde ahora la
precampaña electoral (las propias primarias y el desarrollo y
resultados de esta II Asamblea Ciudadana pueden funcionar, si se
gestionan bien, como trampolín de lanzamiento y renovación de la
presencia de Podemos en la vida política mostoleña). Esta
dirección, por tanto, debería tener como inicio de partida la
elección de Gabriel como Secretario General en las primarias
correspondientes con un apoyo contundente del partido, así como con
un Consejo Ciudadano de amplia capacidad, trayectoria, voluntad y
eficacia que de valor añadido a la citada elección, ponga el
partido a trabajar al unísono y transmita un mensaje claro y rotundo
a la ciudadanía: ¡Queremos ganar porque Sí se puede!
Esto significa que solo
vamos a trabajar en clave electoral? Ni mucho menos. No seríamos
quienes somos si dejáramos todo el pescado a la sartén electoral.
Muy al contrario, el proyecto político y organizativo que tenemos
que renovar en nuestra II Asamblea Ciudadana tiene que contener un
altísimo abanico de propuestas transformadoras de largo alcance,
entre ellas, en posición destacada, encontrar soluciones
imaginativas e innovadoras para trabajar con nuestros círculos, con
nuestra militancia, con nuestros inscritos e inscritas y las personas
que apoyan nuestros planteamientos políticos desde espacios más
difusos para conseguir que no sean solo los votos los únicos
anclajes de nuestro proyecto y construir un nuevo relato vivencial y
cultural, confortable y seguro en nuestros entornos en el que se
puedan sentir cómodos importantes sectores de nuestra población.
Podemos hacer oídos
sordos, incluso cerrar los ojos, pero la realidad política de
nuestro municipio nos está llamando insistentemente, es tozuda y no
nos va a abandonar por más que la rechacemos inmersos en nuestro
relato. Es hora de abrir las ventanas y escuchar la música de la
vecindad, de mirar el paisaje y reconocer y reconocernos en las
esquinas de nuestras calles. Es la hora de poner el corazón y la
razón en la misma sintonía.
Y mañana hablaremos del
gobierno, PePeLui.