viernes, 22 de junio de 2007

"Alcorcón Solidario"

Me he decidido. Desde enero, bueno desde antes incluso, he estado vegetando, en periodo de vacaciones permanentes. Es lo que tiene ser pre-jubilado, que el tiempo te sobra a raudales. Pero ya está bien de perderlo por las costuras. Así que me he decidido y me he puesto en marcha, aunque tengo todavía las bielas un poco oxidadas, cuando meto directa no me para nadie. Así que cuidado que vuelvo a la vida. Cuidado transeúntes que arrollo!
Claro que para ponerme en marcha tenía que encontrar algo que me motivara. Por una parte pensé en buscarme un currillo de medio pelo y tiempo, más que nada para entretener mis tiempos de ocio, que como digo son todos, y ya que me entretenía ganar algún dinerillo que nunca viene mal. Pero, ¡que coño! no he dejado de laburar por obligación para hacerlo ahora por devoción y por un salario exiguo (qué fino, por no decir de mierda), y encima que te estén tocando las narices. No me molaba el tema, y eso que estuve buscando, vía internet, alguna actividad remunerada acorde con mis innegables capacidades. Pero no, todas eran o de horario sumamente prolongado o con salarios de miseria o, lo más normal, ambas cosas a la vez. Así que me dije mejor no. Mejor me busco otra cosa más acorde con mi situación actual y mis capacidades innegables, pero dormidas, casi anestesiadas durante tantos años. Y pensando, pensando he encontrado algo interesante a lo que dedicarme. El trabajo comunitario, es decir trabajar por los demás de forma no-remunerada pero satisfactoria. Y para ello me he liado la manta a la cabeza, he sacado mis antiguos recursos, he recordado en qué campos he trabajado en otros tiempos y he llegado a la conclusión de que el más interesante es el de la cooperación al desarrollo. Una vez decidido el campo de actuación de mis próximos meses o años, debía ver en a qué organización ofrecer mi tiempo, mis conocimientos sobre el tema y mis esfuerzos. He de reconocer que soy vago, muy vago, y no me apetece enrolarme en ninguna ONG con sede en Madrid, obligándome por ello a visitar la capital casi a diario. Huí de esa obligación como de la peste en cuanto tuve ocasión de modo que no me apetece nada volver a ese incordio. Por otra parte, siempre me he sentido vinculado a Alcorcón, por mucho que ahora no resida allí. Y en Alcorcón participé muy directamente en el diseño y puesta en marcha de una experiencia muy gratificante, innovadora y que funcionó, mientras la dejaron funcionar, muy bien y con gran prestigio en el mundo de las ONG,s y de la cooperación en general: La Oficina de Cooperación y Solidaridad del Ayuntamiento de Alcorcón. Junto con la niña de mis ojos (laborales, se entiende), Carmen, hicimos un bonísimo trabajo que aún hoy es recordado por mucha gente. Y dejamos establecidos unos criterios de actuación en el campo de la cooperación descentralizada municipal que, curiosamente, hoy se están implantando como manual de las corporaciones locales en este campo. De modo que hice un análisis de la situación, de esos míos, en dos segundos y descubrí que en uno de los ejes que definíamos como estratégicos en esos criterios no se estaba actuando. La verdad que ni en ese ni en ningún otro se está actuando. Pero me he decidido por este aspecto, los Hermanamientos, porque es el que más juego ciudadano permite desarrollar. Así pues, manos a la obra, cómo hacer de los Hermanamientos con otros municipios firmados por el Ayuntamiento un campo de trabajo en la cooperación al desarrollo? Esa es la gran pregunta. Sin embargo la respuesta no está en el viento, como nos decía el viejo Bob Dylan, sino en los manuales elaborados por la Oficina de Cooperación en su momento, pioneros en este como en otras líneas de actuación descentralizada. Encontré la solución, crear una Asociación que se encargue, fundamentalmente, de desarrollar con la sociedad civil organizada de Alcorcón la parte ciudadana que todo Hermanamiento debe tener si se quiere que sirva para algo. Y en esas estamos, elaborando los principios fundacionales y funcionales de la Asociación que, en un alarde de imaginación, he denominado "Alcorcón Solidario", para que no quede duda de qué va la cosa, reclutando personal para embarcarle en este crucero, y gracias que desde el primer impulso he contado con la simpatía y colaboración de dos ángeles de la guarda fantásticos, Carmen (¡cómo no!) y Clara, las dos personas que más saben de estos temas por estos pagos, sin duda ninguna. También cuento con la colaboración de otro elemento de cuidado en todo el entramado asociativo de Alcorcón, Vicente, Presidente de la AVV Sural. Con su ayuda y con la de otras gentes fantásticas (a mi hijo ya le he liado también, porque es fantástico) que iré contactando, seguro que el proyecto sale a la palestra en breve tiempo, porque a toda persona que se lo expongo le parece estupendo y necesario, puesto según parece es un tema bastante abandonado en los últimos tiempos.
De forma que, como conclusión, me he puesto las pilas y voy en moto. Espero que gentes que me lean puedan colaborar en esta empresa que, poco a poco, haremos llegar a los ciudadanos de Alcorcón, y con ello contribuir a mejorar las condiciones de vida de gentes muy cercanas a nosotros aunque no sepamos, de momento, sus nombres y apellidos, no conozcamos sus rasgos faciales y si les gusta el fútbol o el teatro. Todo se andará y para empezar el camino hay que dar el primer paso.

¡Apúntate!

miércoles, 20 de junio de 2007

Ora y conduce

Hoy el Vaticano nos deleita con una nueva noticia de las que no tienen desperdicio. Ha publicado un escrito de los suyos en el que bendice a los buenos conductores que cumplan los 10 mandamientos pertinentes. Sí señor! Ahora lo importante no es conocerse y respetar las normas de tráfico sino seguir al pie de la letra los dichosos mandamientos. Quien no los siga condenación eterna!
Eso sí, el primero es "no matarás", ya que no está mal recordar a cualquier católico que si mata va al infierno de cabeza. Sobre los otros tengo mis dudas de que consigan el efecto que persiguen.
No se pierdan el tono y el contenido.
1 No matar
2 Que la carretera sea para ti instrumento de comunión entre las personas y no de daño mortal
3 Que la cortesía, la corrección y la prudencia te ayuden a superar los imprevistos
4 Sé caritativo y ayuda al prójimo necesitado, especialmente si es víctima de un accidente
5 Que el automóvil no sea para ti expresión de poder, de dominio, y ocasión de pecado ¿?
6 Convence con caridad a los jóvenes, y a los que ya no lo son, para que no conduzcan cuando no están en condiciones
7 Apoya a las familias de las víctimas de accidentes
8 Reúne a la víctima y al automovilista agresor en un momento oportuno, para propiciar la experiencia liberadora del perdón
9 Protege al más débil
10 Siéntete responsable hacia los demás

Todos estos mandamientos son de obligado cumplimiento, como no podía ser de otra forma, aunque también se recomiendan algunas prácticas, ya optativas, como invocar a "nuestros intercesores celestiales", lease San Cristóbal, el Arcángel Rafael y, por supuesto, la Virgen Santísima, aunque sin olvidar la señal de la cruz que hay que realizar antes de emprender viaje.
También para no distraerse en los viajes largos se recomienda rezar el rosario. Se acabó el contar chistes verdes que además de distraer la atención del conductor nos hacen pecar por rijosillos.

En fin, toda una lección de buena convivencia al volante por parte de los obispos, y digo yo, por qué estarán en contra de la nueva asignatura de educación para la ciudadanía?

sábado, 16 de junio de 2007

Refundar el PSM?

Aunque me encuentre alejado de la actividad política cotidiana en primera fila, no dejo de discurrir sobre los avatares que nos pasan en esta región. Sobre todo después de la debacle electoral sufrida por el PSM (Partido Socialista de Madrid) en los últimos comicios municipales y autonómicos.
Ni los más pesimistas podían preveer tal descalabro, aunque indicios sí había. Una vez ocurrido el hecho, toca la llamada de arrebato, la crítica y la autocrítica (¡ja!)del colectivo socialista madrileño, el pase a la reserva de los titulares del partido Simancas y Sansebastián y con ellos, por estatutos, de toda la Ejecutiva Regional. La dirección toma cartas en el asunto y nombra Cristina Narbona presidenta de la Comisión Gestora. Todo correcto según las normas internas del partido. Y empieza el baile de nombres para sustituir a nuestro mirlo blanco hasta hace unos días, Simancas, al frente del PSM. Tomás, alcalde de Parla, con el bagaje de su juventud y el grandísimo tirón electoral que tiene en su municipio, es el primero en salir a la palestra. Cuenta con el apoyo de otros alcaldes del sur, parecen una piña. También surge otro candidato capitalino, Manuel García Hierro, dirigente en Villaverde y edil en Madrid desde ni se sabe. Hermanísimo de Dolores, García Hierro por supuesto.
Puede que aparezcan otros más, hasta cuatro ha dicho la Gestora, dado que tienen que presentar el aval como mínimo del 25% de los delegados al Congreso, que por cierto será deprisa y corriendo a finales de julio.
Hasta aquí todo correctísimo según las normas y las formas, un proceso perfecto para cambiar todo sin cambiar nada de nada.
Históricamente, primero la FSM y ahora el PSM han adolecido de la misma dolencia, sus familias, sus fracciones, sus sensibilidades o como quiera que las llamemos, en definitiva sus círculos de poder y compromiso, sus pequeños reductos de intereses comunes entre ellos pero dispares con el resto del partido, y no digamos con la sociedad, nada que ver con la ciudadanía, que se ha considerado siempre como el granero de votos necesarios para mantenerse en la derrota electoral, que es el lugar más cómodo para esta pléyade de "dirigentes" instalados en el anodino "pasar el tiempo y que no me toquen mis prevendas".
Esto ha sido y es la organización socialista en Madrid, conservada en base a algunos reductos electorales del Sur y del corredor del Henares, fundamentalmente, y que en estos comicios también han empezado a resquebrajarse, entre otras razones porque también a nivel local se reproducen los mismos o similares círculos internos alejados de los ciudadanos y sus problemas e inquietudes. Y eso se paga, más temprano que tarde se paga.
Para mí, que soy un simple afiliado de base, que ni siquiera milito activamente, los pasos que se están dando para resolver la crisis de la organización son tradicionales, manidos, sobados y todos los adjetivos que queramos ponerles, pero desde luego no son válidos. No me parece válido resolver un problema con la misma receta que lo generó, por más que se cambie algún ingrediente para distraerle un poquito el sabor o el color, seguiremos teniendo la misma receta que los comensales han rechazado por inapropiada para sus necesidades y gustos.
Cómo se puede renovar una organización si los dirigentes que propician esa renovación son los mismos que la han enquilosado? Haciendo el milagrito de los panes y lo peces? O el truco del mago al mano es más rápida que la vista?
Experiencias tenemos de sobra para saber que por mucho que corramos es muy posible que no lleguemos a ningún lado, que al final nos quedemos en el mismo sitio, eso sí más cansados que antes y con menos empuje.
Yo abogo, ya sé que es una tontería, no por una renovación del partido en Madrid, sino por una refundación de toda la organización en Madrid. Tirar abajo la casa y en el solar levantar un nuevo edificio con el concurso de los que estaban, si quieren, y con el de mucha gente más que puede y seguramente quiere echar una mano para hacer algo nuevo.
Para ponerlo en lenguaje interno, disolver el PSM, con todas sus agrupaciones, iniciar un proceso de debate ciudadano en todos los lugares para definir las claves modernas de una organización política de izquierdas, progresista, en el ámbito de nuestra Comunidad, generar unas nuevas organizaciones territoriales y sectoriales, y por fin y como último paso convocar un Congreso Constituyente del nuevo PSM que recoja esa capacidad generada en el debate y le de forma orgánica, política y social. Total, un año como mínimo de proceso constituyente para llegar a algún puerto que merezca la pena.
Ya sé, me dirán que no puede ser porque las elecciones generales están dentro de ese calendario y Madrid no puede estar inmerso en un proceso de esas características que desarbolaría la organización del partido. Lo acepto, pero no tengo tan claro que sea contraproducente este proceso dinamizador, si se hace bien y se implica en el mismo a la ciudadanía, para abordar con posibilidades de éxito una campaña electoral en la que necesitaremos movilizar a todas las reservas de la izquierda para dar la cara al PP. Hasta pudiera ser positivo, mire usted.
Pero como solo soy un afiliado de base, ahí dejo mi desparrame mental, por si en algún momento sirviera para algo o para alguien.
A quien lo haya leido, gracias por aguantar semejante peñazo, pero tenía que soltarlo.

jueves, 14 de junio de 2007

No tiene verguenza el de blanco.

Al representate (católico) de dios en la tierra no le mola Amnistía Internacional. Así de rotundo y claro habla el alemán vocero, perdón, el portavoz de los cielos tremebundos. Porque Amnistía, en coherencia con sus principios, defiende que las mujeres, muchas de ellas casi niñas, que quedan embarazadas por violación, ya sea en situación de guerra como en Darfur, o en el seno familiar, puedan y deban ser atendidas para que puedan abortar. Y a este buen hombre, por decir algo, no le mola tanto desparpajo y molicie. La mujer embarazada bien embarazada está y a cargar con el mochuelo. Pero además se permite el lujazo de pedir, más bien ordenar, a los católicos que no colaboren con esta organización, que por cierto tiene concedido el Nobel de la Paz, y bien concedido está.
Tal como está el mundo, este esperpento vestido de blanco, arremete contra una de las pocas voces con autoridad en todo el orbe (palabra cristiana donde las haya) para defender los derechos humanos, y se queda tan tranquilo. No así yo, no me quedo tranquilo si el máximo representante de una religión como la católica desbarra de tal manera, malo, muy malo. Parece que se está produciendo un retroceso en la doctrina católica, volviendo a los meandros pre-concilio Vaticano II. Y a marchas forzadas.
Espero que se levanten voces autorizadas en contra de semejantes disparates, y desde luego espero que la gente no le haga ni puñetero caso, por muy creyentes que sean.
También sería un buen momento para fomentar el apoyo masivo a Amnistía, y desde aquí, desde este blog paranoico os lo pido, y no solo que lo hagáis sino que lo proclaméis donde se pueda para que se difunda y "totus tuus!" participen.

Treinta años no es nada

Parece ayer pero han pasado ya treinta años desde que voté por primera vez, que votamos la mayoría de españoles. Treinta años, que se dice pronto. Tenía veintidós años, militaba en el PC y ya estaba casado. Estábamos cambiando España. Las primeras elecciones democráticas en más de cuarenta años. Las últimas fueron en el treintaiseis. Recuerdo que fui interventor en mi barrio, San Ignacio de Loyola, en Cuatrovientos, y que la presidenta de mi mesa era una vecina de toda la vida, analfabeta la mujer, que me miraba con unos ojos de espanto porque llevaba colgada la credencial del Partido Comunista, ¡un rojo!, debía pensar la pobre mujer. Durante toda la jornada electoral me estuvo huyendo, y eso que no fue corta, hasta las siete de la mañana duró el recuento de los votos para el Senado, se nos caían los ojos de cansancio pero no desmayabamos ninguno, recontamos los votos al menos diez veces porque no salían las cuentas respecto a los votos para el Congreso, hasta que nos dimos cuenta que algunos electores habían votado para el Congreso y no para el Senado, pardillos que éramos oigan. Posteriormente, en las siguientes elecciones ya sabíamos el método para cuadrar el Senado y no tirarnos media vida contanto y recontando, porque por más que se quiera no hay cristiano que cuadre esos votos a la primera.
Desde luego tengo el orgullo de haber participado directamente en la primera fiesta democrática de este país renovado, muy directamente, hasta las cachas y fue muy bonito, más que bonito grandioso, aunque ganara la derecha moderada de la UCD y el PCE se quedara con veinte diputados solamente. Nos jodió, no hay que negarlo, pero también estábamos contentos por la gran participación democrática de las gentes y porque la derecha más derechona de AP quedó para el arrastre. El que no se consuela es porque no quiere.
Por suerte ahora las elecciones, del tipo que sean, ya están normalizadas, entronizadas en nuestra vida de forma natural y lo que se ha perdido de ilusión desbordante, de alegría, de entusiasmo con aquellas primeras, se ha ganado en normalidad, que es más aburrido pero más sano, democráticamente hablando.
Y ahora se cumplen treinta años y parece que fue ayer cuando recorríamos las calles con las primeras caravanas de coches con las banderas rojas y la hoz y el martillo, diseño modernizado para la ocasión. Y hacíamos mítines en cualquier esquina y repartíamos folletos a las seis de la mañana en las paradas de autobuses y metros, y pegábamos los carteles por la noche cubo de engrudo para papel pintado y cepillos de barrer en ristre, todo un espectáculo cuando nos juntábamos grupos de distintos partidos en la misma calle, si éramos de izquierdas bien, pero si algunos eran de grupos de derecha, sobre todo Falange o Fuerzo Nueva, ¡cuidado! podía haber ostias por lo menos, en alguna ocasión los mamones nos sacaron hasta pistolas, aunque no corrió la sangre en ninguna circustancia.
En fin lo pasabámos bien, éramos jóvenes y estábamos cambiando España. Hasta hoy.