domingo, 13 de julio de 2014

¡Qué alegría, que alboroto, otro perrito piloto!

Estaba viendo el programa de la Sexta Noche (aunque es ya muy cansino), en el que se ponía a debate (sic) la fijación que les ha dado a los dirigentes del PP con Podemos.

Asunto de lo más importante en el devenir de nuestro futuro como pueblo ¡por dios!

Lo único que se saca en claro de toda esta tramoya es que los representantes de la derechona española son tristemente penosos. "Flequillo Loco" Maruhenda, el nuevo fichaje, diputada ella del PP, que ni sé como se llama ni me importa un carajo, Antoñito Beaumont "El Rizos" y José Luis Roig "No me asustes que me caigo" llegan a presentar tantos argumentos como florecillas crecen en un desierto tras cien años de sequía. ¡Aleluya!

Al final colgué los hábitos, me puse un "cubata" y a solazarme con mi blog y mis indios mapuches (es un decir).

Para lo que hay que escuchar mejor el refrán "a palabras necias... oídos sordos"

Efectivamente, querido lector o querida lectora, de ahí viene el título de este suspirito de realidad virtual que estás leyendo en estos momentos.

¡Premio al caballero, premio a la señora! ¡Qué alegría, que alboroto, otro perrito piloto!


miércoles, 9 de julio de 2014

Ha caído una estrella

Como decía en  mi entrada anterior, se está hablando mucho y mal del período de la Unidad Popular en Chile, cuando Salvador Allende fué desalojado del gobierno democrático de una nación soberana por los  tanques y los poderes fácticos y económicos.

Voces interesadas están  intentando comparar a Podemos con la Unidad Popular desempolvando el fantasma del  miedo...  para luego, haciendo un retruécano imposible, acabar hablando del  Frente Popular como el paradigma de todos los males.

Yo era muy jóven cuando la Unidad Popular ganó unas elecciones libres en un  Chile depauperado, manejado por las grandes familias del cobre con el  apoyo de los yanquis (como los llamábamos entonces, despectivamente), pero recuerdo que se me alegró el alma cuando me enteré... he de decir que por radio Pirenáica, porque aún disfrutaba de salud (poca ya) el insigne caudillo y España era un erial en blanco y negro.

Pero más  recuerdo el día aciago, 11 de septiembre de 1973, en que los tanques y aviones del ejército chileno acabaron con  la democracia de un pueblo, que no con su orgullo.

Ese día escribí un poema que me gustaría compartir con todos vosotros, lectores intrépidos que os aventuráis a estas líneas deslabazadas...



HA CAIDO UNA ESTRELLA



                                                                       Dedicada a Salvador Allende, al pueblo chileno y a mis amigos que luchan por algo justo.



En Chile ha caído una estrella,
El firmamento está roto:
El mundo está llorando.

Donde había esperanza solo queda capital.
La luz huye de las tinieblas.
Allende ha caído… pero Allende no ha muerto.
Allende está allí donde el pueblo sufre,
Allí donde el obrero grita su nombre.
Allende será un mito libertador,
Una utopía de esperanza.

Las garras ya bajan por el Norte,
Ya comienzan a escarbar en las entrañas
De un pueblo agredido:
Las barras, las estrellas serán la nueva bandera.

Allende ha muerto de “suicidio”
Y el pueblo morirá centuplicándole.

Al cielo se alza el clamor
De los pueblos de la Tierra,
Repudiando a los agresores.
Generalitos de paja y alambre,
Muñecos de papel confederado,
Los que se humillan ante el verde,
Los más pobres, niños ambiciosos:
Habéis matado a Allende.
Pero Allende es pueblo,
Y el pueblo no muere: ¡VIVA EL PUEBLO LIBRE!






                                                                                  Septiembre de 1973

¡Pobres!

Llevamos unos días de sin vivir y sobresaltos contínuos. La derechona de este pobre país está desatada, los cavernícolas están en pie de caza con la maza y el cuerno de mamut al hombro. Podemos es la pieza a batir en esta montería del terciario...¡pobres!

Ahora es el fantasma de la Unidad Popular chilena el que sacan a pasear en este lenguaje frentista y preguerracivilista que están encontrando de los cajones del olvido... allá por donde dejaron el último rollo del No-Do apolillándose... ¡pobres!

No entienden, ¡claro que no entienden!, los fenómenos que no sean el milagrito de la virgen del carmen o, puestos a ello, las lagrimas sentías de la virgen del rocío ante tanto paro como los sociatas dejaron en los costurones de la piel de toro... ¡pobres!

Pero a pesar de ellos mismos, a pesar de sus angelitos acorchados y sus virgencitas de miga de pan, a pesar de sus rezos de rosario y penitencias, Podemos, lo que se dice Podemos ha llegado para quedarse, sin mala sangre, sin gritos destemplados, sin paseos al amanecer (o solo para mirar las estrellas en un firmamento sin dioses de talco), sin silencios cómplices y sin crucificados en el gólgota... ¡nos quedamos! ¡Coño, que nos quedamos!

...¿Pobres?