sábado, 13 de octubre de 2007

Día de la Patria, ayer, por más señas. Desfile Festival VivAmérica.



"La Marinera". Perú












Los Niños de Candeal/Lactomía

Juan Formell y los Van-Van









Carlos Vives

Ayer celebramos la fiesta del 12 de Octubre, antaño Día de la Raza, hoy Día de los Hispanohablantes y nuestro día de la patria particular. Bien es verdad que esta efemérides no tiene mucho arraigo como día de la patria. Los españoles no somos muy dados a celebraciones patrioteras, bandera en ristre. La gente de mi generación, y las anteriores, sufrimos durante muchos años la fiesta obligatoria llena de boato, ornamentación y acojono para el personal que no comulgaba con tanta parafernalia roji-gualda.

Es verdad que hoy la bandera es constitucional, que los símbolos son de todos y que ya nadie, o casi nadie, sale a la calle a dar mamporros a quien no se pare y levante el brazo derecho al paso de la banderita de los cojones. Pero también es verdad que muchos somos algo renuentes a dejarnos ver relacionados con la susodicha bandera.

Prejuicios? Pues posiblemente, pero cuando te han hecho desfilar todas las mañanas, durante tu tierna infancia, antes de entrar en clase a la vista de la bandera teñida de rojo y amarillo, aguilucho incluido, pues no te apetece mucho tenerla cerca, por mucho que el aguilucho se haya convertido en un escudito de lo más constitucional.

Y no menosprecio a los símbolos patrios. Solo que no se me mueven las carnes cuando los veo o tengo cerca, ¡qué le vamos a hacer!

Me parece más interesante la movida que se han montado en Madrid las gentes de la Casa de América con su Festival VivAmérica, para celebrar el 12 de octubre, día de lo más aleatorio en el que un tal Colón dicen que descubrió América.
Ayer sí participé en el Desfile que recorrió el Paseo del Prado desde Atocha hasta la Cibeles. Menudo mogollón de humanidad de todo tipo, condición y país. Eso sí que era la famosa Hispanidad echa realidad, echa carne y hueso.
Nos divertimos a modo mi costilla y yo. Bailamos como locos siguiendo la Carroza de Carlos Vives, elemento dinamizador y agitador donde los haya, junto con otros cuantos miles de personas. Hice fotos, algunas interesantes; las más, movidas del carajo. Como para hacer fotos estaba el ambiente!
Pero no sólo Carlos Vives amenizó el cotarro, también los cubanos Juan Formell y los Van-Van, con su salsa de lo más rico, los Niños de Candeal/Lactomía, la escuela de samba de Carlinhos Brown y, por último, Sonido Urbano, un conglomerado de músicos y cantantes de diversos países y regiones españolas haciendo una música urbanita y potente.
Además de estos magníficos músicos estuvieron presentes numerosas agrupaciones, llenas de colorido y alegría, de distintos países como Paraguay, Colombia, Ecuador, Brasil, Perú, Bolivia, México y, por supuesto, miles de madrileños y madrileñas con todo tipo de color de piel y dejes dulces y sensuales en el habla.
¡Una gozada, mi hermano/a!

Dos banderas un corazón: Colombia/España