sábado, 16 de junio de 2007

Refundar el PSM?

Aunque me encuentre alejado de la actividad política cotidiana en primera fila, no dejo de discurrir sobre los avatares que nos pasan en esta región. Sobre todo después de la debacle electoral sufrida por el PSM (Partido Socialista de Madrid) en los últimos comicios municipales y autonómicos.
Ni los más pesimistas podían preveer tal descalabro, aunque indicios sí había. Una vez ocurrido el hecho, toca la llamada de arrebato, la crítica y la autocrítica (¡ja!)del colectivo socialista madrileño, el pase a la reserva de los titulares del partido Simancas y Sansebastián y con ellos, por estatutos, de toda la Ejecutiva Regional. La dirección toma cartas en el asunto y nombra Cristina Narbona presidenta de la Comisión Gestora. Todo correcto según las normas internas del partido. Y empieza el baile de nombres para sustituir a nuestro mirlo blanco hasta hace unos días, Simancas, al frente del PSM. Tomás, alcalde de Parla, con el bagaje de su juventud y el grandísimo tirón electoral que tiene en su municipio, es el primero en salir a la palestra. Cuenta con el apoyo de otros alcaldes del sur, parecen una piña. También surge otro candidato capitalino, Manuel García Hierro, dirigente en Villaverde y edil en Madrid desde ni se sabe. Hermanísimo de Dolores, García Hierro por supuesto.
Puede que aparezcan otros más, hasta cuatro ha dicho la Gestora, dado que tienen que presentar el aval como mínimo del 25% de los delegados al Congreso, que por cierto será deprisa y corriendo a finales de julio.
Hasta aquí todo correctísimo según las normas y las formas, un proceso perfecto para cambiar todo sin cambiar nada de nada.
Históricamente, primero la FSM y ahora el PSM han adolecido de la misma dolencia, sus familias, sus fracciones, sus sensibilidades o como quiera que las llamemos, en definitiva sus círculos de poder y compromiso, sus pequeños reductos de intereses comunes entre ellos pero dispares con el resto del partido, y no digamos con la sociedad, nada que ver con la ciudadanía, que se ha considerado siempre como el granero de votos necesarios para mantenerse en la derrota electoral, que es el lugar más cómodo para esta pléyade de "dirigentes" instalados en el anodino "pasar el tiempo y que no me toquen mis prevendas".
Esto ha sido y es la organización socialista en Madrid, conservada en base a algunos reductos electorales del Sur y del corredor del Henares, fundamentalmente, y que en estos comicios también han empezado a resquebrajarse, entre otras razones porque también a nivel local se reproducen los mismos o similares círculos internos alejados de los ciudadanos y sus problemas e inquietudes. Y eso se paga, más temprano que tarde se paga.
Para mí, que soy un simple afiliado de base, que ni siquiera milito activamente, los pasos que se están dando para resolver la crisis de la organización son tradicionales, manidos, sobados y todos los adjetivos que queramos ponerles, pero desde luego no son válidos. No me parece válido resolver un problema con la misma receta que lo generó, por más que se cambie algún ingrediente para distraerle un poquito el sabor o el color, seguiremos teniendo la misma receta que los comensales han rechazado por inapropiada para sus necesidades y gustos.
Cómo se puede renovar una organización si los dirigentes que propician esa renovación son los mismos que la han enquilosado? Haciendo el milagrito de los panes y lo peces? O el truco del mago al mano es más rápida que la vista?
Experiencias tenemos de sobra para saber que por mucho que corramos es muy posible que no lleguemos a ningún lado, que al final nos quedemos en el mismo sitio, eso sí más cansados que antes y con menos empuje.
Yo abogo, ya sé que es una tontería, no por una renovación del partido en Madrid, sino por una refundación de toda la organización en Madrid. Tirar abajo la casa y en el solar levantar un nuevo edificio con el concurso de los que estaban, si quieren, y con el de mucha gente más que puede y seguramente quiere echar una mano para hacer algo nuevo.
Para ponerlo en lenguaje interno, disolver el PSM, con todas sus agrupaciones, iniciar un proceso de debate ciudadano en todos los lugares para definir las claves modernas de una organización política de izquierdas, progresista, en el ámbito de nuestra Comunidad, generar unas nuevas organizaciones territoriales y sectoriales, y por fin y como último paso convocar un Congreso Constituyente del nuevo PSM que recoja esa capacidad generada en el debate y le de forma orgánica, política y social. Total, un año como mínimo de proceso constituyente para llegar a algún puerto que merezca la pena.
Ya sé, me dirán que no puede ser porque las elecciones generales están dentro de ese calendario y Madrid no puede estar inmerso en un proceso de esas características que desarbolaría la organización del partido. Lo acepto, pero no tengo tan claro que sea contraproducente este proceso dinamizador, si se hace bien y se implica en el mismo a la ciudadanía, para abordar con posibilidades de éxito una campaña electoral en la que necesitaremos movilizar a todas las reservas de la izquierda para dar la cara al PP. Hasta pudiera ser positivo, mire usted.
Pero como solo soy un afiliado de base, ahí dejo mi desparrame mental, por si en algún momento sirviera para algo o para alguien.
A quien lo haya leido, gracias por aguantar semejante peñazo, pero tenía que soltarlo.

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