Y nos dieron en el colondrillo. Toma nacionalización bacana que nos ha hecho la presi argentina. Con un par. Lástima que para ello se haya saltado todas las leyes y acuerdos nacionales e internacionales, pero ha demostrado que no le tiembla el pulso a la hora de buscar aglutinantes patrios.
Argentina ya tiene un nuevo enemigo: la puta madre patria.
¡España te vas a enterar de lo que vale un peine!
Aunque siendo mal pensado (ya sabéis el dicho: piensa mal y acertarás), y teniendo en cuenta la que nos está cayendo por estos lares entre prima de riesgo subidita de tono, recortes disfrazados de reajustes, la bolsa bajando en caida libre y demás jolgorios, no sería de extrañar que con las buenas relaciones históricas que siempre han mantenido Argentina y España (recordar la gesta del barco lleno de trigo argentino enviado por Perón y Evita para los sufridos españolitos de la posguerra), no se haya llegado a una entende cordiale entre Marianito y Cristinita, así por debajo de la mesa camilla, para montar este bochinche y desviar las miradas y los lloros.
Por otra parte ayer salieron los guiñoles de Mariano para dar buena cuenta de las medidas adoptadas por el gobierno... que se sabrán en los próximos días, argumentando, entre otras cosas, que esta nacionalización era una ataque intolerable para los pequeños ahorradores accionistas de Repsol, cosa que seguramente es cierta, pero no dijeron que esos pequeños ahorradores no llegan al 11% de la totalidad del accionariado de la compañia, siendo sus socios mayoritarios Sacyr (10.01%), Caisabank (12.83%), PEMEX (9.49%), resto de Institucional España (sic) (9.90%) y un difuso Institucional Extranjero (42%).
Esperemos que no se inicie la clamorosa defensa de la patria, con estandartes al viento de la historia, pechos henchidos de fervor y cánticos al amanecer...
¡Joder qué cansinos...!
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