Pocos cargos públicos, y menos de tanta jerarquía, han tenido los bemoles de pedir perdón cuando la cagan.
Se podrá decir que lo ha hecho por la presión de la opinión pública, que si es una estrategia para parar el deterioro galopante que estaba sufriendo su imagen, etc, etc.... todo lo que se quiera, pero lo cierto es que de una forma sencilla y bastante humilde, con apenas cuatro palabras se ha vuelto a ganar el respeto de la ciudadanía.
"Lo siento mucho. Me he equivocado y no volverá a ocurrir"
Chapeau!
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