La Iglesia también está de elecciones generales.

De una forma más callada, pero no menos interesante, la Iglesia española está en plena campaña electoral. Hoy eligen a sus cargos más conspicuos, los popes más grandes de su jerarquía: el Presidente y el Vice -Presidente de la Conferencia Episcopal. Que tengamos noticia hasta ahora los fieles no participan en dichas elecciones, parece que con ellos no fueran. Si cualquier partido político medianamente importante de ámbito nacional o regional hiciera este tipo de elección de sus líderes, la prensa, toda la prensa estaría clamando al cielo. Sin embargo no se escucha ni un murmullo. Los curas tienen bula informativa y, desde luego, ninguna crítica con sus métodos poquito democráticos. Se supone que los fieles tienen que seguir a pie juntillas las directrices que emanan de sus líderes (con mucha más disciplina que en cualquier partido político, puesto que se juegan algo tan importante para ellos como el cielo), pero no tienen ni voz ni voto a la hora de decidir a quien quieren de mandamás. Fabuloso y un ejemplo democrático a tener en cuenta cuando levantan su voz en grito por los púlpitos y las ondas. Y si gana Rouco, apaga y vámonos, menudo mandato nos espera. Pa mear y no echar gota, que dirían en mi pueblo.