miércoles, 19 de septiembre de 2007

El Nano se fué


El Nano se fue. A Donostia. Con su trompa debajo del brazo y la ilusión de iniciar una nueva vida bailándole en los ojillos. Te voy a echar de menos, ladrón. Estos últimos días hemos tenido una mayor relación, más directa, más cercana, más cálida. Y tengo que decirlo muy alto, por muy vago que sea, que lo es, estoy muy orgulloso de mi hijo. Es un buen chaval, que para estos tiempos que corren no es una mala definición. Se ha trazado una meta en la vida y está en ello, sin desmayo y en buenas posiciones de salida para conseguir el triunfo. Pues nada, brindo por su éxito y aunque me duela estar tan lejos, adelante!

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